Tuesday, October 31, 2006

"La Larga Espera de un Hijo"


Sí, muchas veces creemos que la espera para tener un hijo(a) son 9 meses, pero no es así. Con los años y el sufrimiento me he dado cuenta que a veces son años, y otras toda una vida que termina en resignación, o amargura.
Cuando esperamos a Aisha y Rayén nos salió todo tan fácil; fácil embarazarme, fácil el embarazo, fácil el parto, que creí que así era la vida para todos. Tuve amigas que sufrieron pérdidas, más de una antes de conseguir tener su primer hijo, también ví como mi cuñada Coralí con ansiedad sufría por no conseguir embarazarse, pero aún viendo esto, pensé que eran casos aislados y excepciones.
Siempre he recordado cuando estudiaba inglés en Miami Beach que una amiga brasilera me dijo: "Tú tienes la alegría de saber que eres fértil pues estás embarazada, en cambio yo estoy retrasando mi maternidad con anticonceptivos sin saber si soy fértil. La sorpresa me la llevaré cuando desee quedar embarazada".
Y con los años he notado tanta sabiduría en esto, pues las parejas se casan y muchas veces deciden no tener hijos, pero no se dan cuenta que postergan la maternidad/paternidad al límite de la edad fértil, y cuando deciden ponerse en campaña descubren miles de obstáculos que nunca los imaginaron. Hace poco escuché alguien que dijo: "Cada día que postergamos la paternidad, es un día menos que pasaremos con nuestros hijos".
A nosotros no nos pasó así gracias al Señor, pero cuando empezamos a postergar tener el tercero(a), nos dimos cuenta que no fue nada fácil, si sumamos los años que nos retrasamos en tomar la decisión, luego la pérdida que tuvimos, más el año y medio que quedé enferma de mi útero y emocionalmente, la espera por Elías nos llevó por lo menos 5 años (teniendo una diferencia con Rayén de 2 años). Yo veía que los doctores no me encontraban el daño al útero y además avanzaba en edad y sentía terror de no poder volver a tener un hijo(a), (Dios me sanó milagrosamente mi útero, esa es otra historia increíble).
Parece una broma del destino, muchas veces creemos que somos nosotros los que los postergamos a ellos, pero al final son los hijos los que se hacen esperar.
Cuantas familias incluso teniendo una familia estable han decidido abortar porque les parece difícil tener más hijos que mantener, y cuando pasan los años y el nido queda vacío pareciera que el tiempo se fue tan rápido, y se arrepienten de haber tenido tan pocos hijos.

Dios quiere tener una gran familia, con muchos hijos parecidos a Jesús, es por eso que nos ha encomendado esta gran tarea, que sin su ayuda no podríamos ni siquiera imaginarla, pues finalmente es El quien envía los hijos, como quiere y cuando quiere, para luego a través de ellos formarnos a la imagen de su Hijo Jesús. Sí, a veces nos quedamos con la idea que nosotros los formamos a ellos, pero la verdad que a través de los hijos Dios nos enseña la compasión, el amor sin medida, el perdonar 70 veces 7, el dar nuevas oportunidades, la paciencia, la fe, etc. Y de esta forma podemos entender aunque solo sea un poco como es Dios como Padre con nosotros. La Biblia dice, que aún siendo malos, tratamos de ser los mejores padres y dar lo mejor a nuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial nos dará a nosotros cuando recurrimos a El en oración. ¡Que gran esperanza! Gracias Señor por permitirnos ser padres, gracias porque con los hijos descubrimos cuanto amor has puesto en nuestros corazones, aún por los hijos que no alcanzan a nacer.

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