Monday, August 10, 2020

Coronavirus afectando las vidas y los negocios. El invitado que llegó sin aviso y que vino a quedarse. III Parte

 

En nuestro caso vino un cambio tremendo. Desde el gobierno prohibieron a las empresas USA exportar cualquier producto que se relacionara con el Covid-19, como: mascarillas, guantes desechables (latex, nitrile), hand sanitizers (alcohol gel desinfectante), buzos, cobertores de zapatos y gorras desechables, face shields (protectores de cara), etc. Esto en un principio fue atarnos de manos. Nuestros clientes en Latinoamérica y el Caribe, fue lo primero que nos empezaron a pedir, a algunos les alcanzamos a enviar antes de la restricción. Y esta restricción solo la hicieron porque creían que con eso abastecíamos más a nuestros hospitales y clínicas, pero esto no fue cierto. Muchos de estos centros médicos simplemente no compraban y no les proveían a su personal. No vimos llegar más hospitales o clínicas a comprarnos, pero sí, los mismos enfermeros(as) y doctores(as) venían a comprar sus propias mascarillas y otras protecciones. Nosotros incluso hicimos algunos alcohol gel y los regalamos a aquellos que estaban necesitando urgentemente.

Muchos de estos productos empezaron a escasear, nuestros proveedores no los tenían, y cuando tímidamente empezaron a aparecer, venían con los precios triplicados. Nosotros estábamos sorprendidos, pero revisamos en el mercado y los precios estaban muy altos. Muchos quizás pensaron que nosotros estábamos teniendo grandes ganancias, pero no era así, nosotros también estábamos siendo robados, y a veces preferimos no comprar. Recuerden que por un largo tiempo no permitían compras desde China, y realmente en algunos casos no había abastecimiento.

Entonces intenté pagar propaganda en las redes sociales, como lo suelo hacer, pero nos rechazaban cualquier promoción que tuviera estos productos, ya fuera el nombre o la imagen. ¿Razón? No sabemos, aún existe esta restricción. Puedo poner cualquier propaganda en mi perfil, o el de mi empresa en cualquier red, pero pagar un aviso, imposible. Sin embargo, vemos muchas empresas que sí lo hacen, cómo lo hacen, no tenemos idea. Los pequeños negocios estábamos siendo sumamente castigados, aunque fuéramos negocio esencial, todas las normas eran para restringirnos, y no dejarnos vender. El asunto que en vez de quedarnos quietos y sentirnos victimas, comenzamos a poner propaganda en las calles, en nuestros autos, en nuestros perfiles, en nuestras historias en redes sociales, en cada grupo chat, avisamos donde fuera posible. 

Así que aprovecho de dar muchas gracias a tantos amigos que re postearon, que avisaron a sus contactos, ellos mismos vinieron a comprar para su propio uso. Varias iglesias vinieron a comprar todos sus suministros para desinfectar sus salones, antes de abrir los servicios en persona. El Señor nos sorprendió. Pues llegaban pastores recomendados, otros que solo habían visto nuestra propaganda, al mismo tiempo empezaron a subir las ventas de nuestros productos regulares de laboratorio, ciencia y médicos en el extranjero, llegaron nuevos clientes. De manera que empezamos a vernos tan sorprendidos, porque hemos podido experimentar la provisión de Dios en los peores momentos de la economía. Y nunca antes habíamos vendido tanto al público, usuario final aquí mismo, en nuestra ciudad.

Todas las restricciones que se nos impusieron fueron muy buenas para obligarnos a buscar nuevas opciones. Aquí pude poner en práctica mucho de lo que había estado aprendiendo en mis clases en la universidad para dueños de empresa. El aprender a ser flexible, creativo, adaptarse, publicidad, etc. Así fue como empezamos a encontrar empresas estadounidenses que podíamos mandar hacer productos con nuestra propia marca. Con los avisos en las calles empezaron a visitarnos dueños de negocios vecinos que nunca nos habíamos fijado que existían. Empezamos nuevas amistades, alianzas, con ellos. Esto solo puede ser obra de Dios. Pues podíamos animarnos unos a otros, a muchos los veíamos cambiando completamente de rubro, asustados, pero para nosotros era nuestro rubro, solo que no habíamos abierto mercado local al usuario final. Solo estábamos vendiendo a las universidades, laboratorios y colegios de gobierno, pero el poder interactuar con los clientes, directamente con el público, ha sido algo increíble. Más de alguna vez hemos terminado hablando del Señor, orando por ellos, etc. Creo que sin esta pandemia no hubiéramos experimentando esto, porque aún no estábamos dispuestos a vender al público. Pero justo las clases que yo había estado tomando eran orientadas a aprender esto, y la practica vino de inmediato. No pude pensarlo mucho, cuando ya estábamos manos a la obra.

También ha sido una bendición que como nuestros hijos tuvieron que quedarse en casa, sin trabajo, sin colegios, tuvieron mucho más tiempo para venir a ayudarnos en esta transición. Con todos sus conocimientos nos actualizaron en tecnología, software, redes sociales, etc. Y todos empezamos a vivir la emoción juntos. En la página web subieron en forma increíble las ventas online, y empezamos a actualizar cada semana, a veces, día a día la página, el inventario, los nuevos productos, etc. Sí, ellos nos ayudaron a integrar nuevos productos, a organizar de otra manera, nuevas imágenes, etc. Las ventas online y las órdenes por teléfono, empezaron a ir a diferentes ciudades en los Estados Unidos. En todo sentido se ha convertido en algo increíble. Trabajar todos juntos, comer juntos, distribuirnos las labores del hogar y la empresa entre todos. Ha sido un gran aprendizaje y excelente experiencia para todos nosotros. 

En muchos casos nuestros clientes han sido tan agradecidos de nuestra labor, que nos bendicen y sorprenden con sus palabras. Muchos nos han agradecido el que les vendamos, pues no tenían donde encontrar todos estos productos. Lo mejor es que la gran mayoría se han convertido en clientes regulares. Ahora el tiempo ha pasado, muchos precios y calidades han bajado. Se pueden encontrar más empresas vendiendo estos productos. Un gran número de empresas que estaban en crisis, que nada tienen que ver con este rubro trajeron contenedores de mascarillas, guantes u otros, y ahora se ven asustados temiendo quedarse con todos esos productos, entonces han empezado a venderlos casi al costo, algunos de ellos nos han venido ofrecer incluso, pero nosotros ya tenemos nuestro propio inventario.

A pesar de muchas malas decisiones del gobierno que afectaron a empresas pequeñas como la nuestra, no puedo desconocer, que tambien recibimos mucha ayuda económica, como personas y otras tantas buenas oportunidades como empresa, que las hicieron para ayudar en este gran impacto negativo y los consecuentes efectos que ha tenido esta pandemia en la economía nacional y mundial. Esto también ha venido a ser una gran bendición.

Gracias damos al Señor pues cuando todo se veía oscuro y sin salida, los mismos obstáculos nos llevaron y empujaron a buscar la luz de salida. Y aquí estamos fortalecidos, agradecidos y felices de los resultados. Lamentamos que no para todos ha sido un balance como este, pero lo único que nos resta es invitarles a buscar del Señor, El siempre es la luz de salida del túnel oscuro. Gracias Señor.