Thursday, August 22, 2013

Ser como niños... aprender a dar gracias.

Escrito en Facebook: 18 de abril de 2013 a la(s) 13:36 Cecilia Arias "
Ayer le estuve revisando las tareas a Elías, él desesperado por terminar para ir a jugar. Salió corriendo al patio a jugar basketball y luego tirar en un arco de futbol improvisado. Transpirando me avisaba que si podía ir a buscar la pelota afuera del cerco cuando se le escapaba. Yo lo quedaba mirando para que volviera sin problemas. Ya una vez que anocheció, entró para bañarlo. Le puse una cremita en una herida y le ayudé a que se pusiera su piyama. Le calenté su cena y se la serví con su vaso de leche. Cuando ya estaba sentado comiendo muy de prisa me dijo que estaba con mucha hambre. Y luego me dijo: "Gracias mamá por cuidarme", le dije "de nada" y nos dijimos que nos amábamos. Esta frase me dejó pensando hasta ahora ¿Cómo un niño de 6 años puede descubrir en medio de sus entretenciones y su hambre voraz que debe detenerse para agradecer?, para mí como mamá la pregunta en ese instante era ¿"gracias", por qué?... es lo que hace cualquier mamá, es lo hago todos los días (desde hace muchos años) con mis hijos y mi esposo, es lo que debo hacer como mamá, pero que bien se siente cuando te dicen "Gracias". No era primera vez que me agradecía, él siempre acostumbra a decirnos gracias cuando lo atendemos. Pero siempre me sorprende de igual manera. Esta vez sí, quise escribirlo para guardarlo para mis registros y también para compartirlo por este medio con otros. Elías desde que era un bebé agradecía cada vez que le cambiábamos paño o lo bañábamos, nos mojaba la cara con esos besos babeados que dan en sus primeros meses, y apenas pudo, nos besaba y abrazaba. Yo siempre le decía a Franco como un bebé puede ser tan agradecido, como puede haber tal madurez de reconocer que "no nos merecemos todo", aunque él se merece todo para nosotros como padres, solo Dios en el corazón puede traer esta revelación tan grande. Cuantas veces como adultos nos falta tener esta madurez o simplemente nos falta buena educación, de dar gracias a otros; a la cajera del supermercado, al que nos lleva las bolsas, al esposo que nos sirve una vaso de agua, a los hijos cuando nos ayudan, etc. Creo que cuando vivimos creyendo que todo lo merecemos y que es tarea de los demás el hacernos felices nos olvidamos de dar gracias. A veces esto mismo nos pasa con Dios. No solo no le damos gracias, sino además lo culpamos cuando algo anda mal, como si fuera nuestro sirviente y que además no hace bien su trabajo. El Señor en su bondad me ha dado un esposo sumamente agradecido, primero aprendio a ser agradecido de sus padres, luego de Dios y en consecuencia conmigo, siempre ha sido agradecido, aún cuando la comida no queda como uno espera, o cuando las cosas no me salen bien, siempre igual me agradece, hasta me agradece de amarlo, es ahí donde yo le digo que gracias a él que me ama tanto, entonces los niños se ríen pues empieza "una pequeña disputa" de que no queremos que nos agradezcan sino ser nosotros los que agradecemos el ser amados, jaja. Creo que Elías desde bebé vio esto o lo traía en los genes. Pero que lindo que Elías y tambien mis hijas siempre son expresivos en agradecer el que nos sentemos a comer con ellos, o que los llevemos a un restaurant o que salgamos a pasear, o cuando les ayudamos con sus tareas, etc. Es lindo esto, que aunque exista confianza y podamos estar inmersos en la rutina, nunca olvidemos de dar gracias unos a otros, aún por lo cotidiano, esto agrada a Dios. Si hay algo que al Señor le encanta es que seamos agradecidos, y me imagino que se debe gozar y alegrar tal y como yo me he sentido con Elías cada vez que me dice "gracias" o que me dice "te amo mamá" o aún más cuando empezó a hablar y hasta el día de hoy que a veces me mira y de la nada me dice "eres linda mamá", todas estas palabras de amor, nuestro Padre celestial la espera cada día de nosotros, El desea escucharlas, El desea que se lo expresemos en palabras. ¿Que esperas entonces?, te animo a decirle gracias a tu esposo o esposa, a tus niños, a tu jefe, a tus empleados y principalmente dile gracias a Dios que te de la vida, por El puedes respirar y trabajar, dale gracias desde que te levantas hasta que te acuestas tal como dice la Biblia: Salmos 35:18 "Yo te daré gracias en la gran asamblea; ante una multitud te alabaré". Salmos 139:14 "¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!