Este es un mail que envié a todos nuestros amigos y familiares para contar el difícil episodio que habíamos vivido con el nacimiento de Elías. Especialmente como un testimonio del milagro que Dios había hecho al salvarle la vida.
El martes 8 de agosto del 2006, a las 4:30 am comencé con las primeras señales, y a las 5:30 comenzaron las contracciones cada 10 y 12 minutos, algunas eran cortas y otras más largas y con dolor más intenso. (Como al mediodía tuvimos un tiempo de alabanzas y oración en familia, Franco trajo su guitarra y comenzamos a cantar al Señor, mientras esperábamos la llegada de Elías, también orábamos para que el Señor estuviera en control y todo saliera bien. Aprovechamos también de grabar en video estos últimos momentos de embarazo).
A las 1:30 pm mientras descansaba en la cama, se rompió mi fuente de agua y empezó a correr, rápidamente corrí al baño y Franco comenzó a poner las cosas en el auto y a llamar a Terry que pasaría a buscar a nuestras niñas a casa. Me subí al auto con el agua corriendo entre mis piernas, me senté sobre toallas, y las contracciones ya no tenían espacio entre una y otra, los dolores se hacían insoportables, mientras tanto Franco llamaba a mi doctora, y le respondió otro de los doctores diciéndole que no fuéramos al Baptist (Hospital Bautista), que ahí no sabrían lidiar con mi situación, y nos mencionó otro que ni sabíamos donde quedaba, Franco no sabía que era mejor para la situación que se estaba tornando de emergencia, pues mis dolores parecían que ya estaba dando a luz. Le dije que no hiciera caso que fuéramos al Baptist donde me había inscrito y donde mi doctora sabía que yo ya lo había hecho así. Y que además estábamos en las manos de Dios, no de los doctores ni hospitales. Llegamos a las 2:00 pm aprox, y no había quien nos recibiera en la recepción con una silla de ruedas, pues yo ni podía ponerme en pie de los dolores, Franco corría buscando una, mientras yo ya me desmayaba de dolor, pasaron unos minutos hasta que me llevaron a la sala de ingreso.
Mientras tenía las contracciones, una de las enfermeras me revisó para ver la dilatación, y se da cuenta con terror que el cordón estaba saliendo primero y estaba siendo presionado por el mismo bebé, ella gritó a todos que era una emergencia en extremo, pues pusieron las máquinas para ver los latidos de Elías y estas comenzaron a disminuir (yo misma lo sentí), fue así que todos en equipo corrieron conmigo por los pasillos, y la enfermera se fue arriba de mi cama con la mano empujando al cordón hacia adentro, mientras todos se iban preparando para lo peor, Franco corrió con ellos empujando la camilla gritando que corrieran que era su primer hijo varón, eso les tocó a muchos, él y yo orábamos en voz alta, hasta que tuvo que quedarse fuera y lo ultimo que me dijo: “Dios está contigo, no te asustes, El está en control”. En el camino explicaban que era peligroso porque al apretarse el cordón el oxígeno se le estaba acabando al bebé. Me pusieron en esa sala como de operaciones con las luces arriba, seguí orando en voz alta, me pusieron con mascarilla de oxígeno, y me preguntaban cosas hasta que no supe más de nada. Cuando desperté Franco estaba a mi lado, yo estaba conectada a diferentes aparatos en los 2 brazos, y Franco lo primero que me dijo: “Es súper lindo, ya nació!”
Yo aún no sabía qué había pasado, supe que me habían hecho una cesárea de emergencia, y que muchos creyeron que no saldría con vida mi bebé, los escuchaba contarse la historia unos a otros y mencionaban que éramos cristianos, por Franco supe que una enfermera le dijo que ella había estado orando, y que algunos lloraron al ver a Elías con vida salir de mí. El nació a las 2:40 pm, eso indica que todo fue muy rápido. Y Dios es tan grande y amoroso que no solo permitió que personas cristianas estuvieran ahí orando y atendiendo, sino que además en esos momentos había un meeting de médicos, anestesistas y otros, por lo cual todo un grupo muy bien preparado trabajo en mi parto, hasta el director del departamento estuvo junto a otros médicos y varias enfermeras.
Un día después en el hospital una de las doctores que estuvo presente me explicó que Elías era el bebé milagro, pues el que saliera con vida fue un milagro. Me dijo si el cordón te hubiera empezado a salir en tu casa ese niño no estaría vivo. También un anestesista me confirmó lo delicado que había sido mi caso, y confirmó al “bebé milagro”.
Con todo esto, no podemos menos que alabar al Señor y darle toda la gloria y honra que se merece, yo en medio del dolor inaguantable, y sabiendo que algo terrible podía pasar, sentí su paz, pues recuerdo que le dije en mi oración “Yo sé que tú cuidarás de mi bebé, yo sé que estás conmigo y me estás escuchando y no dejarás que nada malo le pase a mi bebé” , y así fue, ahora tengo a mi lado a un bebé precioso, que sin duda Dios tiene un gran plan para él, por algo le cuidó su vida.
Si quieren ver las fotos de sus primeros 2 meses pueden ir al costado de su derecha y buscar en los LINKS donde dice "Fotos de Elías".
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