Sunday, May 02, 2010

Testimonio de una sobreviviente al Terremoto y posterior Maremoto en Chile el 27 de Febrero, 2010, Constitución Chile.

Jueves, 11 de marzo de 2010
Escrito y vivido por: Carolina Galaz


Me dirijo a ustedes para contar mi experiencia vivida el sábado 27 de febrero en la ciudad de Constitución, Región del Maule, Provincia de Talca, Chile.
Cuando eran la 3:30 a.m. de la madrugada, comenzó el terremoto, me encontraba en la casa de mi papá, que está ubicada al frente de la hostería en calle Echeverria, al frente del río y de la isla Orrego, el movimiento era tan fuerte que no podíamos estar de pies, nos balanceábamos hacia los lados, cuando esto para en un tiempo abrimos la puerta y el agua ya estaba a la altura de la cintura, en esto reinaba la oscuridad, pero papá sabía donde estaba la escalera y la colocó sobre el techo. Subimos y caminamos hacia afuera y allí estaba el árbol, entonces pusimos la escalera allí y escalamos el árbol lo más que pudimos. Una vez arriba la casa empezaba a caer. Mientras a nuestro alrededor el agua se llevaba las casas, la hostería y todo lo que había a su alrededor.

Estuvimos allí arriba desde 3:45 a.m. hasta en donde el estruendo del mar era aterrador, y las voces de las personas que estaban en la isla gritaban auxilio por sus vidas. Después venía la ola y era el silencio. Es triste recordar esto, pero mi Dios estuvo siempre allí como dice el Salmo 121: "Alzaré mis ojos a los montes , ¿De dónde vendrá mi socorro?, mi socorro viene de Jehová". Entonces eso hicimos, miramos hacia el cerro contemplando las estrellas, y orando y cantando junto a mi hija, y la familia, Dios es tan grande, por que mi hija hizo honor a su nombre "Paz". Ella estuvo en paz y hasta durmió, y roncaba, mientras las olas de 15 metros azotaban alrededor.
Como dice Génesis 28:15 "He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueses, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho."
Que bellas palabra me ha mostrado mi Dios, confirmando siempre lo que Él tiene para nosotras. Estuvimos allí hasta 8:30 a.m. Cuando había bajado el mar, un poco y ya no había nada, aparecieron unas personas diciendo que si había alguien vivo, y nosotros empezamos a gritar, corrieron a bajarnos y esto tenía que ser rápido porque seguían olas pero no tan grandes como las que vimos. Bajamos y papá no pudo bajar y tuvimos que correr pues venía el agua. Las calles no eran calles, eran escombros, autos, botes, madera, peces, casa derrumbadas, era imposible pasar y más encima había que hacerlo rápido, porque el agua subía. Pero allí estuvo Dios. Logramos pasar lo más rápido posible, y llegar a la plaza donde corrimos hacia el cerro. Allí nos quedamos viendo como las olas entraban a la ciudad. Nos sentíamos tristes por papá que se había quedado en el árbol. En ese instante nos sentamos en el suelo y lloramos, estábamos mojados enteros y con barro. Pero mi hija era la única que no estaba mojada, como que Dios con su amor la hubiese cuidado y protegido. Que grande es mi Dios.
Una vez allí, la gente nos dio un té caliente, nos pasaron calcetines, para calentarnos, pero la preocupación seguía por mi padre que no aparecía. Nos tocó esperar así hasta las 4 de la tarde cuando ya no había nada aún cuando seguían los temblores cada media hora. Era aterrador volver, y ver la magnitud de la situación pero debía ir a buscar a mi papá. Deje a mi hija que la cuidaran allí y partí a buscar a mi papá. Al llegar y doblar la calle allí estaba papá, a salvo. Le grite:"¡Papá!", y corrí a sus brazos. ¡¡Estaba vivo!!. Me contó que pasaron 2 olas más pero él estaba bien. Se mantuvo en el árbol.
De la casa solo quedaba el techo y todo era arena, peces , troncos y escombros.
Estos es lo que viví, si no hubiese estado con mi Dios tal vez, la situación hubiese sido otra. "Y Jehová va delante de ti, Él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará no temas ni te intimides." Deuteronomio31:8.