Wednesday, August 26, 2020

Cuando nuestro gatito Milo se fue de casa

 

A medida que nuestros gatitos fueron creciendo, también les fuimos enseñado como salir al patio a jugar, y luego les tocamos una campana para que vuelvan a entrar a comer. Esto se fue haciendo costumbre, a veces no era necesario tocarles la campana pues siempre estaban cerca para entrar. Poco a poco con el tiempo, empezamos a ver que Milo, el gatito menor, el que parece tigre, se quedaba olfateando las plantas y a veces como dudando si entrar o no, finalmente siempre lo hacía. Luego vimos que cuando salía le gustaba quedarse acostado en el límite del patio, donde termina el cemento, debajo del cerco, en el pasto (grama) de afuera de nuestro patio. Siempre pensamos que era porque es curioso y  a el le encanta dormir al lado de la puerta de vidrio del patio, así que era como normal.

En una ocasión que los hicimos entrar, Milo se demoro más que los demás y parecía que venía de afuera del cerco. Y en otra ocasión que se puso a llover les abrimos rápido como solemos hacer para que no se asusten y no se mojen, ellos entran corriendo, pero en esa ocasión Milo se demoró un poco más y venía mojado, no así Pascal y Sunshine que estaban resguardado bajo el techito de nuestra casa que cubre cierta parte del patio. Empezamos a notar que Milo salía mucho más lejos de casa a “caminar e investigar”. Pero un día no volvió.

 

El  martes 11 de agosto sucedió que después de estar su tiempo de juego en el patio, Pascal y Sunshine entraron como siempre, pero como Milo no venía Sunshine volvió a salir y se quedó parada casi antes de entrar mirando hacia la puerta del patio, un sector donde suelen ir a jugar, y de donde venía Sunshine, me pareció como que salía a buscar a su hermano Milo, creyendo que estaba por ahí. Pero Milo no volvió, le tocamos la campana y nada. Salimos todos a buscar por todo el barrio, por diferentes áreas, pensando en donde podría estar, lo llamábamos, pero nada, ninguno de nosotros lo encontró.

Llegó tarde la noche y lo salíamos a mirar al patio a cada rato, pero no volvía. Todos estábamos muy tristes pero el que estaba peor era Elías, Milo es su gato, duermen juntos, se abrazan, juegan, Milo se mete por su pelo dándoles mordiscos suaves, “besos de gatos” y lengüetazos, también en su cuello. Elías aguantando los lagrimones nos decía que salía  a cada rato a mirar al patio a ver si llegaba.  Después me di cuenta que todos hacíamos lo mismo. Pero nada, esa noche no llegó aunque fuimos a mirar hasta muy tarde.

Por supuesto oramos y rogamos al Señor que lo cuidara, porque es un gatito nuevo de 4 meses que poco sabe de la vida y menos de la maldad de algunas personas y otros animales. Estábamos asustados que le pasara algo, pero orar nos hizo bien. De los 3 gatitos, Milo es el más amistoso, más cariñoso y complaciente, pensábamos; “seguro alguna familia se lo dejó”, “seguramente él ha estado yendo hace tiempo y le dan comida”, “seguro que se quiso ir”, o “a lo mejor no lo dejaron volver a salir”, etc. Muchas eran las posibilidades.

Llegó el miércoles, imagínense como andábamos todos buscando si es que había llegado, pero no, pasaron horas y más horas, hasta que llegó la noche, pero nada, Milo no llegó. Muy tarde antes de irnos a acostar, lo salí a llamar, pero preferí tocar la campana de la comida muy fuerte, durante mucho tiempo, mis niños me decían que parara porque estaba molestando a los vecinos, y sí era cierto, pero había que intentarlo, había que hacerlo recordar ese ruido conocido para el. Pensábamos cómo no nos va a extrañar, cómo no va a echar de menos a sus hermanos, etc. Ya hace tiempo no estábamos molestos con el, solo queríamos que llegara, solo queríamos abrazarlo, darle besos, decirle y demostrarle cuánto nos asustamos y cuánto lo amábamos. Pero fue un día muy triste Milo no llegó en todo el día ni en la noche. Volvimos a dejar las persianas abiertas por si volvía lo pudiéramos ver fácil.

Ese día puse un aviso en NextDoor una aplicación para unir a los vecinos. Ahí muchos sintieron mi dolor y preocupación. Puse una foto de Milo, todos ofrecieron ver si lo encontraban, o si lo veían me avisarían, me dieron nuevas ideas para volver atraerlo, varios me entendían o habían pasado por lo mismo, etc. ¡La gente fue muy cariñosa!

Cuando ya estábamos acostados le empecé a contar a Franco mis reflexiones acerca de Milo, después de otro día de orar por Milo, le dije: “Sé que algo debemos aprender de esta experiencia, el Señor nos quiere enseñar algo, y en mis pensamientos he estado reflexionando que todos somos un poco como Milo, nos gusta jugar en el límite. Nos vamos “acostando de a poco afuera del patio”, ya estamos saliendo, pero aún cumpliendo con el límite, nadie nos puede decir nada. Luego, poco a poco nos vamos alejando, empezamos a probar lo que no debemos, primero una probada corta, casi no se nota, después un poco más, pero no nos damos cuenta que empezamos a coquetear con el pecado y creemos que no pasa nada, pero nos estamos alejando de Dios sin darnos cuenta. Cuando llega el día que estamos completamente lejos de casa de repente nos damos cuenta que no podemos volver,….” Y le dije; “Si Milo empezó a probar de ir  a visitar otra casa puede que lo hayan encerrado y ya no lo hayan dejado salir, pero no sabremos qué pasó con él para ayudarlo. Eso mismo nos pasa a nosotros cuando nos alejamos de Dios y nos atrapa el diablo, nos encierra y ya no nos deja ir”. Estaba en medio de mis reflexiones cuando desde nuestra ventana que da al patio empezamos a escuchar un llanto de un animal. Era raro pensar en Milo porque el no “hablaba”, o sea, no emite ruidos, ni llanto, solo Pascal ha sido el que se expresa, alega, llora o trata como de hablar. Franco quiso ir corriendo al patio, pero le pedí que mirara de inmediato por la ventana que está en su lado, que sería más rápido para ver y yo salí corriendo al ventanal del patio, y como la persiana estaba abierta vi a Milo llegar desesperado, me rogaba con sus patitas que el abriera pronto, le abrí la puerta y entró corriendo como si lo vinieran persiguiendo, lloraba mucho, venía muy asustado, agitado, muy nervioso, lo abracé y besé. Franco llegó a lo mismo. Como estaba inquieto lo puse en el suelo, le ofrecimos comida y agua, pero no podía comer nada, pues estaba muy agitado y nervioso. Empezó a revisar toda la cocina, el comedor, olfateaba, y caminaba mirando, como feliz de reconocer su casa, como queriendo verificar que era verdad. Fuimos a despertar a sus hermanos, y lo besaron, se acercaron a el, lo llevaron a comer y ahí si comió algo. Todos estaban contentos. Era la 1:30 am del jueves 13 de agosto. Fui a despertar a mis 3 hijos avisándoles con alegría que Milo había llegado, las chicas felices se levantaron para ir a recibirlo y poder tomarlo en brazos, entonces se lo lleve a Elías, que casi no pudo despertarse, pero se alegró de verlo, lo abrazó y se volvió a dormir. Las chicas y nosotros estábamos felices. Y Milo fue a ponerse listo para que lo cubriéramos en su casa-jaula donde duerme, estaba listo para dormir, ¡y nosotros estábamos tan sorprendidos! Siempre hay que perseguirlos a la hora de acostarse para que vayan a sus casitas. Oramos, dimos gracias a Dios y nos fuimos a acostar. Y en mi camino de vuelta le dije a Franco, tengo la segunda parte de mi reflexión respecto a Milo y su escapada, Franco se largó a reír y le empecé a contar: “Vivimos la experiencia en carne propia de lo que habla la parábola del Hijo Pródigo, pues pudimos experimentar de ir a mirar a cada instante el ventanal, cada día si Milo llegaba, lo estuvimos esperando con amor aunque el se había portado mal, pero no pensábamos en corregirlo, ni retarlo, ni nada, solo queríamos abrazarlo y mostrarle nuestro amor, y estábamos tan preocupados que le pasara algo malo, que lo único que importaba era que Milo regresara a casa, y así igual que ese padre recibió a su hijo que se fue a gastar toda su fortuna, y se fue  a portar mal y cuando regresó arrepentido, ni alcanzó a pedir perdón cuando el padre ya lo estaba recibiendo con amor y un gran abrazo!”.

Lucas 15:11-32 “…13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente…. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo…”

 

Sinceramente creo que fue una gran experiencia, prefiero haberla vivido con un gato antes que con alguno de nuestros hijos y en el nombre de Jesús que nunca tengamos que vivirlo, pero ya sabemos que lo importante de todo esto, es volver a casa. Aunque a veces creamos que ya es tarde, o que ya Dios no nos querrá recibir, o nuestra familia no querrá recibirnos, recordemos “la campana”, esa campana que Jesús hace sonar sin parar en nuestros corazones y nos recuerda que hay comida en su casa y que es hora de volver con El.

 

Monday, August 10, 2020

Coronavirus afectando las vidas y los negocios. El invitado que llegó sin aviso y que vino a quedarse. III Parte

 

En nuestro caso vino un cambio tremendo. Desde el gobierno prohibieron a las empresas USA exportar cualquier producto que se relacionara con el Covid-19, como: mascarillas, guantes desechables (latex, nitrile), hand sanitizers (alcohol gel desinfectante), buzos, cobertores de zapatos y gorras desechables, face shields (protectores de cara), etc. Esto en un principio fue atarnos de manos. Nuestros clientes en Latinoamérica y el Caribe, fue lo primero que nos empezaron a pedir, a algunos les alcanzamos a enviar antes de la restricción. Y esta restricción solo la hicieron porque creían que con eso abastecíamos más a nuestros hospitales y clínicas, pero esto no fue cierto. Muchos de estos centros médicos simplemente no compraban y no les proveían a su personal. No vimos llegar más hospitales o clínicas a comprarnos, pero sí, los mismos enfermeros(as) y doctores(as) venían a comprar sus propias mascarillas y otras protecciones. Nosotros incluso hicimos algunos alcohol gel y los regalamos a aquellos que estaban necesitando urgentemente.

Muchos de estos productos empezaron a escasear, nuestros proveedores no los tenían, y cuando tímidamente empezaron a aparecer, venían con los precios triplicados. Nosotros estábamos sorprendidos, pero revisamos en el mercado y los precios estaban muy altos. Muchos quizás pensaron que nosotros estábamos teniendo grandes ganancias, pero no era así, nosotros también estábamos siendo robados, y a veces preferimos no comprar. Recuerden que por un largo tiempo no permitían compras desde China, y realmente en algunos casos no había abastecimiento.

Entonces intenté pagar propaganda en las redes sociales, como lo suelo hacer, pero nos rechazaban cualquier promoción que tuviera estos productos, ya fuera el nombre o la imagen. ¿Razón? No sabemos, aún existe esta restricción. Puedo poner cualquier propaganda en mi perfil, o el de mi empresa en cualquier red, pero pagar un aviso, imposible. Sin embargo, vemos muchas empresas que sí lo hacen, cómo lo hacen, no tenemos idea. Los pequeños negocios estábamos siendo sumamente castigados, aunque fuéramos negocio esencial, todas las normas eran para restringirnos, y no dejarnos vender. El asunto que en vez de quedarnos quietos y sentirnos victimas, comenzamos a poner propaganda en las calles, en nuestros autos, en nuestros perfiles, en nuestras historias en redes sociales, en cada grupo chat, avisamos donde fuera posible. 

Así que aprovecho de dar muchas gracias a tantos amigos que re postearon, que avisaron a sus contactos, ellos mismos vinieron a comprar para su propio uso. Varias iglesias vinieron a comprar todos sus suministros para desinfectar sus salones, antes de abrir los servicios en persona. El Señor nos sorprendió. Pues llegaban pastores recomendados, otros que solo habían visto nuestra propaganda, al mismo tiempo empezaron a subir las ventas de nuestros productos regulares de laboratorio, ciencia y médicos en el extranjero, llegaron nuevos clientes. De manera que empezamos a vernos tan sorprendidos, porque hemos podido experimentar la provisión de Dios en los peores momentos de la economía. Y nunca antes habíamos vendido tanto al público, usuario final aquí mismo, en nuestra ciudad.

Todas las restricciones que se nos impusieron fueron muy buenas para obligarnos a buscar nuevas opciones. Aquí pude poner en práctica mucho de lo que había estado aprendiendo en mis clases en la universidad para dueños de empresa. El aprender a ser flexible, creativo, adaptarse, publicidad, etc. Así fue como empezamos a encontrar empresas estadounidenses que podíamos mandar hacer productos con nuestra propia marca. Con los avisos en las calles empezaron a visitarnos dueños de negocios vecinos que nunca nos habíamos fijado que existían. Empezamos nuevas amistades, alianzas, con ellos. Esto solo puede ser obra de Dios. Pues podíamos animarnos unos a otros, a muchos los veíamos cambiando completamente de rubro, asustados, pero para nosotros era nuestro rubro, solo que no habíamos abierto mercado local al usuario final. Solo estábamos vendiendo a las universidades, laboratorios y colegios de gobierno, pero el poder interactuar con los clientes, directamente con el público, ha sido algo increíble. Más de alguna vez hemos terminado hablando del Señor, orando por ellos, etc. Creo que sin esta pandemia no hubiéramos experimentando esto, porque aún no estábamos dispuestos a vender al público. Pero justo las clases que yo había estado tomando eran orientadas a aprender esto, y la practica vino de inmediato. No pude pensarlo mucho, cuando ya estábamos manos a la obra.

También ha sido una bendición que como nuestros hijos tuvieron que quedarse en casa, sin trabajo, sin colegios, tuvieron mucho más tiempo para venir a ayudarnos en esta transición. Con todos sus conocimientos nos actualizaron en tecnología, software, redes sociales, etc. Y todos empezamos a vivir la emoción juntos. En la página web subieron en forma increíble las ventas online, y empezamos a actualizar cada semana, a veces, día a día la página, el inventario, los nuevos productos, etc. Sí, ellos nos ayudaron a integrar nuevos productos, a organizar de otra manera, nuevas imágenes, etc. Las ventas online y las órdenes por teléfono, empezaron a ir a diferentes ciudades en los Estados Unidos. En todo sentido se ha convertido en algo increíble. Trabajar todos juntos, comer juntos, distribuirnos las labores del hogar y la empresa entre todos. Ha sido un gran aprendizaje y excelente experiencia para todos nosotros. 

En muchos casos nuestros clientes han sido tan agradecidos de nuestra labor, que nos bendicen y sorprenden con sus palabras. Muchos nos han agradecido el que les vendamos, pues no tenían donde encontrar todos estos productos. Lo mejor es que la gran mayoría se han convertido en clientes regulares. Ahora el tiempo ha pasado, muchos precios y calidades han bajado. Se pueden encontrar más empresas vendiendo estos productos. Un gran número de empresas que estaban en crisis, que nada tienen que ver con este rubro trajeron contenedores de mascarillas, guantes u otros, y ahora se ven asustados temiendo quedarse con todos esos productos, entonces han empezado a venderlos casi al costo, algunos de ellos nos han venido ofrecer incluso, pero nosotros ya tenemos nuestro propio inventario.

A pesar de muchas malas decisiones del gobierno que afectaron a empresas pequeñas como la nuestra, no puedo desconocer, que tambien recibimos mucha ayuda económica, como personas y otras tantas buenas oportunidades como empresa, que las hicieron para ayudar en este gran impacto negativo y los consecuentes efectos que ha tenido esta pandemia en la economía nacional y mundial. Esto también ha venido a ser una gran bendición.

Gracias damos al Señor pues cuando todo se veía oscuro y sin salida, los mismos obstáculos nos llevaron y empujaron a buscar la luz de salida. Y aquí estamos fortalecidos, agradecidos y felices de los resultados. Lamentamos que no para todos ha sido un balance como este, pero lo único que nos resta es invitarles a buscar del Señor, El siempre es la luz de salida del túnel oscuro. Gracias Señor.

Saturday, July 18, 2020

Cambios de la Cuarentena en nuestra familia, el invitado que llegó sin aviso II parte



Cuando se declaró cuarentena acá en Miami, a mediados de marzo 2020, decidimos empezar hacer proyectos que habían sido postergados por falta de tiempo, así que Franco con Elías empezaron a trabajar en cuero, fabricaron un estuche para un teléfono de Franco, un cinturón hermoso para Elías, una pulsera muy linda para mí, etc.


En esa fecha nuestra gatita Puntita estaba por dar a luz. Esa historia la conté con más detalles en mi publicación anterior. Sus gatitos nacieron el 30 de marzo. Ella se muere a mediados de abril, y nuestros hijos se abocaron al cuidado y la ayuda para que pudieran sobrevivir esos gatitos, que también han venido a ser una gran bendición para toda nuestra familia. La cuarentena se transformó en una bendición para ellos también, pues han podido tener todos los cuidados requeridos, la inmensa atención y cariño de toda nuestra familia porque todos hemos pasado más tiempo encerrados.
Llegaron justo a tiempo, para distraernos de todos los cambios que estábamos viviendo. Y aún lo siguen siendo. Nuestras hijas se han podido ir turnando en quedarse en casa, a cargo de ellos, la cocina, limpieza, lavado de ropa, etc. Ha sido una gran experiencia y una tremenda ayuda. Recordemos que en este país es común que la familia se divide las labores de la casa, y eso no cambió, pero si cambió que nosotros empezamos a trabajar muchas horas extras y nosotros podíamos venir a almorzar con todo listo, servido, ropa lavada, etc. ¡¡Qué lindo ha sido eso, bravo por mis super hijos!!
En mi caso, estaba a punto de comenzar un curso para dueños de empresas, parecido y aún mejor que el que había terminado el año pasado. Con la pandemia se fue postergando y postergando el inicio, hasta que llegó el momento que lo suspendieron porque no estuvieron dispuestos a hacerlo online. Pero tuve la bendición que uno de los organizadores que había sido mi consultor en el programa anterior, decidió, comenzar un programa diferente, pero propio, con todos los que nos quedamos esperando. El curso anterior y el de ahora han sido cruciales para poder lograr que nuestra empresa pudiera hacer los cambios necesarios para enfrentar esta pandemia. Wow, ¡esto sí que Dios sabía cuánto lo necesitaríamos! Por eso no puedo estar más agradecida del Señor y recordar que estamos guardados y cuidados por Él, aunque no conozcamos el futuro, Él sí lo conoce, tal y como dice la Biblia en Romanos 8:28:Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
En cada una de las situaciones que les estoy relatando, hemos podido ver que todo lo malo se ha tornado para nuestra bendición.
En el caso de nuestra empresa, recordemos como mencioné antes que aunque pareciera que estábamos privilegiados por ser un negocio esencial, no fue así, pues no estábamos recibiendo abastecimiento desde China, tampoco era fácil encontrar desde otros países, por el transporte y el cierre de muchos países y fábricas. Por ejemplo; Malasia que fabrica la mayoría de los guantes médicos del mundo, también tenían la pandemia y cerraron por mucho tiempo, hasta el punto que retrasaron la fabricación de  guantes para los próximos años en el mundo. Nosotros somos una empresa de 96% de exportación, por lo tanto, tampoco tenemos un local de venta al detalle y había restricción de trabajar con más personal. Por otro lado, nuestras hijas sin trabajo y Elías con Rayén sin clases presenciales. Todos estos obstáculos para nuestro Dios fueron nada.
¿Cómo operó Dios en todo esto que pudo haber sido un desastre?

       - Al fin llegó la ayuda monetaria del gobierno dio para cada persona en forma automática. Aunque a nosotros nos tocó esperar de los últimos, a fines de mayo, cuando creíamos que ya no nos llegaba.
      - Nosotros ya no seguimos organizando estudios bíblicos ni reuniones de oración, pues muchas iglesias y ministerios empezaron a tener servicios y reuniones online. Entonces pudimos empezar a participar incluso de reuniones especiales de iglesias en Chile. Una linda experiencia fue en Talca con el Pastor Hugo que nos permitió invitar a nuestro querido pastor Orville Swindoll, que ha sido nuestro mentor por muchos años, para que llevara un mensaje a las familias y después una segunda reunión que nos permitió trabajar una serie de preguntas de nuestras experiencias con él en el ministerio de matrimonios y familias. Cada domingo empezamos a conectarnos a nuestras iglesias, pudiendo participar de los estudios bíblicos y de los servicios en inglés y español, de nuestras 2 iglesias, en las que participamos.
      - Aisha comenzó a trabajar online (de voluntaria) con el ministerio en la Florida y pronto pudo empezar a conectarse con los grupos de Chile, en las reuniones de obreros en la capital y en las reuniones de directiva de los grupos locales. Comenzó a hacer entrenamiento en algunas áreas en tecnología y la empezaron a invitar a hacer estudios bíblicos, hasta el día de hoy. Empezó a tomar clases de teología y ha tenido varias participaciones como obrera del ministerio en eventos acá en USA, simultáneamente en Chile y en USA con un solo clic, algo que nunca hubiéramos imaginado. Ha podido participar de varios entrenamientos y retiros, incluso algunos internacionales, pero online, obvio. Y además logró juntar un dinero con lo cual la hizo merecedora de obtener un grant/beca especial, un dinero que se une al monto que está reuniendo para irse de misionera por 2 años a Chile. También ha seguido trabajando con nosotros en la empresa entre medio de todo su horario bien ocupado. Ella es muy preparada obviamente en contabilidad, pero tiene un extra fuera de serie, en documentación, aplicaciones, certificaciones, página web, fotografía, publicidad, etc.
    -  Rayén por primera vez había tomado clases online, casi todo su semestre había “coincidido” que no eran clases presenciales, algunas que eran hibridas (presenciales y online), justo ya habían terminado la parte presencial. Así que el Señor ya había previsto esto, sin ella haberlo notado al inicio, después todos pudimos dar gracias al Señor, pues no hubo gran impacto en sus clases con el cambio de la pandemia. Hasta el grupo de estudio bíblico de ellos en InterVarsity, por primera vez estaban probando de hacerlo online, yo le había sugerido a Rayén que lo hicieran como a modo de prueba, ya que todos estaban complicados en poder reunirse, debido a la distancia y porque muchos no estarían en campus en los horarios que sí podían. Pero nunca nos imaginamos lo que vendría y que esto serviría para mantener continuidad y ha sido de tremenda bendición, pues de ahí salió un club de lectura, que ya terminaron un libro y ahora que van por el segundo libro, ha sido un éxito, agregándoseles muchos estudiantes, incluso algunos nuevos que ellos no conocen. Hasta pudieron hacer un retiro online, que fue de gran bendición y apoyo emocional para Rayén y los demás jóvenes. Y aunque Rayén perdió su trabajo en la universidad, al poco tiempo la volvieron a recontratar, aunque aún no han empezado, pero es una esperanza a futuro de que aún mantiene su trabajo. Ella pudo terminar muy bien su semestre con muy buenas notas. Además, justo estaba terminando su práctica de trabajo, así que de inmediato se unió a trabajar en nuestra empresa, ayudar con la casa y gatitos. Para nosotros un sueño, pues ella es una experta en publicidad, página web, imágenes, fotografía, diseño gráfico, etc.
     - Elías pudo terminar su año escolar online, gracias a Dios la cuarentena empezó a mediados de marzo, y las vacaciones de verano empezaban la primera semana de junio. Los colegios acá estaban muy bien preparados, con muchas clases y tecnología online, hasta pudo terminar con sus clases de banda, pues practicaban y aprendían por zoom, y luego mandaban sus tareas en videos. El álgebra lo estudiábamos juntos con unos programas maravillosos que les dieron, eran mejores que las clases que hacía su profesora con la cual veníamos teniendo problemas, así que le funcionó para mejor. O sea, todo se transformó para bendición. ¡Una vez que terminaron sus clases, él ha venido a ser el empleado número uno! Él ya sabía y ya nos estaba ayudando con algunas labores básicas, como les hemos ido enseñando desde chicos a todos nuestros hijos, pero ahora que además se había crecido hasta incluso pasar la altura del papá, hasta podía ayudar en la bodega, con cajas, empaque, recibimiento de mercadería, contarla, verificarla, documentación, y en toda la transformación de nuestra empresa él y nuestras hijas han sido piezas fundamentales. Han traído una visión nueva en cuanto al uso de tecnología, nuevos softwares que facilitan el trabajo, ideas en nuevos productos que podíamos introducir, los cuales empezaron a ser todo un éxito, como lo es toda la línea de desinfección con Ultravioleta que trajimos. Nos empezó ayudar incluso en ventas locales, videos, publicidad, afiches, etc. ¡¡Increíble!!

Sunday, July 12, 2020

El Coronavirus un invitado sin aviso, que llegó para quedarse y cambiar nuestras vidas.



Para ser sincera, en un principio no me afectó demasiado, solo en forma lejana, me dio tristeza por China que otra vez les alcanzara un nuevo virus. Luego cuando se fue esparciendo por Italia y España, parecía un virus enviado apropósito, eso ya me empezó a parecer medio raro. Poco a poco me fue preocupando, cuanta gente empezaba a morir, los miles de cajones por día, las fosas comunes me hacían recordar las fosas comunes del pasado de holocaustos como el de los judíos y la dictadura en Chile. En el caso de nuestra empresa empezábamos a sufrir la escasez de productos médicos. Llegó un momento que ya no podíamos comprar de China, nuestros propios suplidores estaban desabastecidos. Comenzábamos a notar la magnitud de esta restricción. Mucha gente aquí mismo en Estados Unidos desconocían cuanto dependemos de China, desde la ropa, a un mueble, un auto, y muchas de las cosas que usamos a diario. Varios nos preguntaban si nuestras mascarillas eran realmente estadounidenses, nos daba tristeza decirles, que el mismo teléfono que estaban ocupando, el TV donde miraban sus noticias, el reloj en su mano, todo, todo venía de China. En medio de esto estábamos ya en marzo, aún no se llamaba a Cuarentena, cuando mi cuñada, la esposa de mi hermano menor empieza a sentir malestares, sin ni siquiera sospechar que podía ser este virus Covid-19. Luego comienzan a rumorear que el virus ha llegado a la Florida. Miami Beach estaba recibiendo a varios cruceros que estaban vagando en el océano sin ser recibidos en ninguna parte, muchos venían enfermos, muchos otros contagiados. En los aeropuertos no chequeaban a nadie, no había restricción alguna para turistas y viajeros, y nosotros no podíamos comprar de China.

Tuve miedo, le pregunté a Franco, ¿Qué haremos si tenemos que cerrar, de qué viviremos?, ¿Que haremos si nuestro sustento viene solo de nuestra empresa y tocara cerrar?, ¿Qué pasaría si ninguno de nosotros podría ni siquiera buscar trabajo?, Rayén perdería el de ella, ¿Qué pasaría con sus estudios?, Aisha, ¿Qué pasaría con ella que tenía planes de irse a Chile?, ¿Cómo podrá seguir levantando fondos? Y si lograra terminar su recaudación, ¿Cómo podrá ir a Chile si se cierran las fronteras?, y Elías ¿Qué pasaría con sus clases?, ¿Qué pasaría con aquellos que se graduaban este año en mayo y junio?, ¿Cuánto durará todo esto?, ¿Qué pasará con aquellos que tenían fecha de matrimonio estos mismos días?, ¿O aquellos que andaban paseando? Franco me dijo debemos confiar en el Señor. Todas estas preguntas las llevé al Señor, pues día a día, me venían más preguntas, y sentí que debíamos hacer reuniones de oración, cuando ya nos pidieron que nos quedáramos en casa y los negocios e iglesias cerraran. El Señor puso en mi corazón hacer reuniones online, e invitar a quienes quisieran unirse para un estudio bíblico, alabanzas y oración. Franco y mis hijos me apoyaron en esta iniciativa, yo sentía que yo lo necesitaba urgente para no desmayar. En ese tiempo aún no sabíamos de nadie que lo hiciera, aún no empezaban las reuniones en Zoom, ni Hang Out. Esto fue crucial en mi vida, me vino esperanza, algunas amistades y familiares se unieron, desde diferentes ciudades y países, incluyendo a mis papás y mi hermano con su familia en Chile. Todos estábamos en un mismo sentir, debíamos orar, debíamos unirnos, alabar al Señor era lo que debíamos hacer. En una de esas reuniones mi hermano me confirma que su esposa estaba muy mal, que estaba con todos los síntomas del Coronavirus, y que por eso no se uniría a la reunión esa noche, pues no se sentía bien. Nos dio mucha tristeza y oramos todos ahí, por ella y otros casos que empezaban a aparecer, otra amiga había perdido su trabajo, y así empezaban aparecer las primeras secuelas de este invitado no esperado, pero que había llegado a nuestras vidas, para transformarlo todo.


Estuvimos llamando a mi cuñada, orando por ella, y viendo que de a poco estaba saliendo adelante. Unos días después, mi cuñada nos llama para avisarnos que mi hermano había adquirido el virus y que estaba muy, pero muy mal. Ahí me vino mucho más temor, ellos habían venido en Nov-Dic del 2019, nunca lo habían hecho antes, y esas semanas se habían convertido en un retiro espiritual para todos. Llegó a estar tan mal, que pensé y le pregunté al Señor si su propósito había sido traerlo para despedirse de todos nosotros. Tuve mucho miedo, lloraba mucho, pidiéndole al Señor que por favor cambiara sus planes si era necesario, que lo sanara, que lo tocara con su mano poderosa de sanidad. Orábamos todos los días, pedimos como petición por él en todos nuestros grupos de oración, a varias iglesias que amamos, lo llamábamos todos los días y orábamos por ellos, les mandamos una vitaminas especiales para ayudarles a fortalecer su sistema inmune, le pedimos que tomara muchos tés calientes, que comiera ciertos alimentos que levantaría su sistema inmune, etc., todo cuanto averiguábamos les avisábamos, hasta que llegó un día que había empeorado, casi se había muerto la noche anterior, sintió que ya no podía respirar, no había querido ir al hospital, por miedo a morir allá solo, sin poder ser visitado, y como mi cuñada se había empezado a recuperar, ella le pidió que aguantara lo más que pudiera, que lo lograría. Yo tuve mis dudas frente a estas decisiones, pero cuando oré con ellos pidiendo que el Señor les guiara en sus decisiones, eso trajo paz a mi corazón, pude descansar y saber que el Señor estaba en control. Al día siguiente se sorprendió de volver a despertar, y darse cuenta que aún estaba vivo, el Señor puso en mi corazón ungirlo con aceite, como solemos hacerlo con los enfermos, pero mi pregunta al Señor fue; ¿cómo podremos hacerlo online y a distancia?, el Señor me guió a pedirle a Franco que lo hiciera como diácono, que leyéramos el pasaje de Santiago 5:14-16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)


“14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”

Y que les guiáramos para que se ungieran uno al otro, y nosotros oramos por ellos. A la mañana siguiente nos dijo que por primera vez en todo este tiempo se sentía tan bien, que había tenido una tremenda mejora en sus dolores, que hasta el hambre le había vuelto, todo eso eran tan buenos síntomas, ¡qué alegría! Gracias Señor por tu respuesta, que maravilloso es tener a una Papá así, todopoderoso, que escucha nuestras oraciones y no se demora en venir a nuestra ayuda cuando lo necesitamos urgente.

Bueno en todo cuanto ocurría empezamos a ver muchos milagros. Mi hermano se sanó por completo, sus hijos y esposa también. 4 amigos de ellos estuvieron gravísimos en el hospital con ventiladores, una era la amiga que había contagiado a mi cuñada, otros eran un matrimonio cristiano que había tenido que dejar solos a sus hijos en casa cuando se fueron de urgencia, ahí mi hermano pudo ser de bendición, pues nadie que no hubiera sido contagiado y recuperado podría haber corrido en esos momentos a buscar a esos niños, y llevarlos con él. Empezábamos a entender que todo se iba tornando con un propósito. Estos otros amigos no habían tenido contacto con mi hermano, ni su familia, pero en mi ciudad de origen, donde viven todos ellos, las autoridades habían llegado todos contagiados, y muchas personas venían enfermas de sus viajes por Europa. Empezamos campañas de oración por esos 4 amigos, y después, de más de 1 mes todos se recuperaron, hasta en el diario local entrevistaron a uno de ellos, pues realmente era un milagro.

En nuestro caso nos dimos cuenta de que podíamos seguir trabajando y abriendo el local, pues éramos un negocio esencial para suplir productos para este virus. Aunque nos pararon las exportaciones de productos esenciales de Covid19. Nuevamente nos vimos preocupados, pues nuestro negocio es 96% exportación, tampoco podíamos pagar propaganda en ningún medio, automáticamente nos borraban y nos decían que no nos recibirían los avisos, por prioridad de protección contra del Coronavirus en nuestro país, pues USA se había cerrado para guardar todo solo para nosotros, dejando olvidados a las islas del Caribe que casi dependen completamente de USA para cumplir sus necesidades, a ratos nos sentimos tan traicioneros de tener que responder a nuestros clientes de América Latina y el Caribe que no podíamos vender nada para la emergencia, que tristeza más grande. Una vez más nuestro panorama se veía sin luz, pues medio desabastecidos, sin productos de China y ahora esto que en los puertos y lugares de embarque paraban las cargas y las confiscaban. Era una nueva razón para confiar y alabar al Señor, volver a sentir el gozo de mi hermano y su familia recuperada, eran tantos milagros ¿Cómo este mismo Dios no podría sustentarnos y proveernos?


Así fue que tuvimos que reinventarnos y convertirnos en una empresa de venta local. NO teníamos un local preparado para eso, pues nuestras oficinas y dependencias están preparadas para solo trabajar online con nuestros clientes en el extranjero. Pero gracias a las nuevas restricciones, las empresas no podían dejar entrar a muchos clientes. Entonces nos sirvió poder recibir las órdenes por teléfono y llevábamos las ordenes a los autos de nuestros clientes, todos protegidos, así no necesitaban entrar a nuestro local. Nuestras estrategias venían totalmente renovadas de parte de Dios, lo que nunca antes hicimos, lo fuimos implementando ahora. Llenamos de propaganda local por todos lados, carteles en las calles, en los autos en nuestras ventanas, etc.
(Continuara...)