Friday, January 22, 2016

Escrito por Cecilia Arias, Enero 22 del 2016
Esto fue difícil para aprenderlo, sobretodo cuando mis niñas eran chiquitas. No porque fuera una persona exigente con la limpieza, no, sino porque no lograba tener limpia mi casa con tantas obligaciones. Trataba que no quedara nada por hacer el fin de semana para poder disfrutar en familia. Entonces hacia todas las compras de supermercado, lavaba y planchaba todo, limpiaba la casa, cocinaba de manera que Franco pudiera llevar una rica comida a su trabajo, y de paso todos lo felicitaban por eso, ademas el cuidado de las niñas, saliendo a cuanto parque y museo habia, aun se recuerdan de eso. Pero mis aspiraciones eran mayores pues siempre habia algo que no lograba hacer. Hasta que una sabia mujer me hablo de esto. Ahi empecé a notar como amigas mias perdian su vida limpiando y decorando sus casas, al punto que no dejaban ni jugar ni desordenar a sus hijos. Yo salia con estos niños a la biblioteca y parques, ahi me contaban como sus mamas vivian encerradas limpiando. Lo que aprendi fue que la casa sucia y los platos por lavar pueden esperar pero los niños no, ellos se crecen y debemos disfrutar el tiempo con ellos para después verlos recordar y agradecer todos esos momentos que disfrutamos juntos.

No comments: