En nuestro caso vino un cambio tremendo. Desde el gobierno prohibieron a las empresas USA exportar cualquier producto que se relacionara con el Covid-19, como: mascarillas, guantes desechables (latex, nitrile), hand sanitizers (alcohol gel desinfectante), buzos, cobertores de zapatos y gorras desechables, face shields (protectores de cara), etc. Esto en un principio fue atarnos de manos. Nuestros clientes en Latinoamérica y el Caribe, fue lo primero que nos empezaron a pedir, a algunos les alcanzamos a enviar antes de la restricción. Y esta restricción solo la hicieron porque creían que con eso abastecíamos más a nuestros hospitales y clínicas, pero esto no fue cierto. Muchos de estos centros médicos simplemente no compraban y no les proveían a su personal. No vimos llegar más hospitales o clínicas a comprarnos, pero sí, los mismos enfermeros(as) y doctores(as) venían a comprar sus propias mascarillas y otras protecciones. Nosotros incluso hicimos algunos alcohol gel y los regalamos a aquellos que estaban necesitando urgentemente.
Muchos de
estos productos empezaron a escasear, nuestros proveedores no los tenían, y
cuando tímidamente empezaron a aparecer, venían con los precios triplicados.
Nosotros estábamos sorprendidos, pero revisamos en el mercado y los precios
estaban muy altos. Muchos quizás pensaron que nosotros estábamos teniendo
grandes ganancias, pero no era así, nosotros también estábamos siendo robados,
y a veces preferimos no comprar. Recuerden que por un largo tiempo no permitían
compras desde China, y realmente en algunos casos no había abastecimiento.
Entonces intenté pagar propaganda en las redes sociales, como lo suelo hacer, pero nos rechazaban cualquier promoción que tuviera estos productos, ya fuera el nombre o la imagen. ¿Razón? No sabemos, aún existe esta restricción. Puedo poner cualquier propaganda en mi perfil, o el de mi empresa en cualquier red, pero pagar un aviso, imposible. Sin embargo, vemos muchas empresas que sí lo hacen, cómo lo hacen, no tenemos idea. Los pequeños negocios estábamos siendo sumamente castigados, aunque fuéramos negocio esencial, todas las normas eran para restringirnos, y no dejarnos vender. El asunto que en vez de quedarnos quietos y sentirnos victimas, comenzamos a poner propaganda en las calles, en nuestros autos, en nuestros perfiles, en nuestras historias en redes sociales, en cada grupo chat, avisamos donde fuera posible.
Así que aprovecho de dar muchas
gracias a tantos amigos que re postearon, que avisaron a sus contactos, ellos
mismos vinieron a comprar para su propio uso. Varias iglesias vinieron a
comprar todos sus suministros para desinfectar sus salones, antes de abrir los
servicios en persona. El Señor nos sorprendió. Pues llegaban pastores
recomendados, otros que solo habían visto nuestra propaganda, al mismo tiempo
empezaron a subir las ventas de nuestros productos regulares de laboratorio,
ciencia y médicos en el extranjero, llegaron nuevos clientes. De manera que
empezamos a vernos tan sorprendidos, porque hemos podido experimentar la
provisión de Dios en los peores momentos de la economía. Y nunca antes habíamos
vendido tanto al público, usuario final aquí mismo, en nuestra ciudad.
Todas las
restricciones que se nos impusieron fueron muy buenas para obligarnos a buscar
nuevas opciones. Aquí pude poner en práctica mucho de lo que había estado aprendiendo
en mis clases en la universidad para dueños de empresa. El aprender a ser
flexible, creativo, adaptarse, publicidad, etc. Así fue como empezamos a
encontrar empresas estadounidenses que podíamos mandar hacer productos con nuestra
propia marca. Con los avisos en las calles empezaron a visitarnos dueños de
negocios vecinos que nunca nos habíamos fijado que existían. Empezamos nuevas
amistades, alianzas, con ellos. Esto solo puede ser obra de Dios. Pues podíamos
animarnos unos a otros, a muchos los veíamos cambiando completamente de rubro,
asustados, pero para nosotros era nuestro rubro, solo que no habíamos abierto
mercado local al usuario final. Solo estábamos vendiendo a las universidades,
laboratorios y colegios de gobierno, pero el poder interactuar con los clientes,
directamente con el público, ha sido algo increíble. Más de alguna vez hemos
terminado hablando del Señor, orando por ellos, etc. Creo que sin esta pandemia
no hubiéramos experimentando esto, porque aún no estábamos dispuestos a vender al
público. Pero justo las clases que yo había estado tomando eran orientadas a
aprender esto, y la practica vino de inmediato. No pude pensarlo mucho, cuando
ya estábamos manos a la obra.
También ha sido una bendición que como nuestros hijos tuvieron que quedarse en casa, sin trabajo, sin colegios, tuvieron mucho más tiempo para venir a ayudarnos en esta transición. Con todos sus conocimientos nos actualizaron en tecnología, software, redes sociales, etc. Y todos empezamos a vivir la emoción juntos. En la página web subieron en forma increíble las ventas online, y empezamos a actualizar cada semana, a veces, día a día la página, el inventario, los nuevos productos, etc. Sí, ellos nos ayudaron a integrar nuevos productos, a organizar de otra manera, nuevas imágenes, etc. Las ventas online y las órdenes por teléfono, empezaron a ir a diferentes ciudades en los Estados Unidos. En todo sentido se ha convertido en algo increíble. Trabajar todos juntos, comer juntos, distribuirnos las labores del hogar y la empresa entre todos. Ha sido un gran aprendizaje y excelente experiencia para todos nosotros.
En muchos
casos nuestros clientes han sido tan agradecidos de nuestra labor, que nos
bendicen y sorprenden con sus palabras. Muchos nos han agradecido el que les
vendamos, pues no tenían donde encontrar todos estos productos. Lo mejor es que la gran mayoría se han convertido en clientes regulares. Ahora el tiempo
ha pasado, muchos precios y calidades han bajado. Se pueden encontrar más
empresas vendiendo estos productos. Un gran número de empresas que estaban en crisis, que nada tienen que ver
con este rubro trajeron contenedores de mascarillas, guantes u otros, y ahora se ven asustados temiendo quedarse con todos esos productos, entonces han empezado a venderlos casi al
costo, algunos de ellos nos han venido ofrecer incluso, pero nosotros ya tenemos nuestro propio inventario.
A pesar de muchas malas decisiones del gobierno que afectaron a empresas pequeñas como la nuestra, no puedo desconocer, que tambien recibimos mucha ayuda económica, como personas y otras tantas buenas oportunidades como empresa, que las hicieron para ayudar en este gran impacto negativo y los consecuentes efectos que ha tenido esta pandemia en la economía nacional y mundial. Esto también ha venido a ser una gran bendición.
Gracias
damos al Señor pues cuando todo se veía oscuro y sin salida, los mismos obstáculos
nos llevaron y empujaron a buscar la luz de salida. Y aquí estamos fortalecidos,
agradecidos y felices de los resultados. Lamentamos que no para todos ha sido un
balance como este, pero lo único que nos resta es invitarles a buscar del
Señor, El siempre es la luz de salida del túnel oscuro. Gracias Señor.